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La obesidad ya no se trata como un mero problema cosmético. Las organizaciones sanitarias nacionales e internacionales reconocen ahora la obesidad como una enfermedad crónica y progresiva causada por factores genéticos y ambientales. La cirugía bariátrica se ha establecido como un procedimiento estelar, conocido e impresionante para tratar la condición de la obesidad.
Durante la consulta inicial, el cirujano educará al paciente sobre la obesidad como enfermedad. La Dra. Ana García Navarro, especialista en cirugía de la obesidad, ofrece tratamientos de vanguardia mediante cirugía bariátrica en Madrid.
Medición de la obesidad
La obesidad se define clínicamente mediante medidas que evalúan la adiposidad a partir del peso corporal, la complexión y la altura. Una de las estimaciones clave del tamaño corporal es el peso corporal ideal (IBW). La tabla del PCI se basa en datos de mortalidad, y utilizando esta tabla, la obesidad se define por el porcentaje de peso que excede el PCI.
El índice de masa corporal (IMC) es otra medida que define la obesidad y se considera más precisa que el PCI. El IMC suele reflejar la cantidad de grasa corporal excesiva que tiene un adulto. Basándose en estas mediciones y en otras evaluaciones, el cirujano determinará si un individuo es candidato a la cirugía bariátrica.
Prevalencia de la obesidad
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos tercios de la población mundial viven en regiones donde la obesidad mata a más personas que el bajo peso. Casi quinientos millones de adultos en todo el mundo están afectados por la obesidad y otros mil millones por el sobrepeso. En Estados Unidos, el 34% de las personas mayores de 20 años están afectadas por la obesidad y el 68% tienen sobrepeso. En las dos últimas décadas, la tasa de personas obesas ha crecido de forma alarmante.
Naturaleza progresiva de la obesidad
La obesidad se considera una enfermedad multifactorial con un potente componente genético. Una variedad de factores metabólicos, hormonales, psicológicos, conductuales y culturales promueven el aumento de peso y la acumulación de grasa.
Causas
Un balance energético positivo se produce cuando la ingesta de calorías supera la cantidad de energía utilizada por el cuerpo. Esto genera un aumento de peso y, finalmente, provoca la obesidad.
Independientemente del contenido calórico, el consumo de ciertos alimentos provoca cambios metabólicos u hormonales que pueden aumentar la grasa corporal. Los alimentos con alto contenido en azúcar o fructosa, los cereales procesados, las grasas y los alimentos elaborados son ejemplos de este tipo de alimentos.
Al mismo tiempo, el bajo consumo de alimentos que combaten la grasa, como las verduras, las frutas, los frutos secos, las legumbres, las semillas y las proteínas de calidad, se suma al desequilibrio alimentario y contribuye a la obesidad.
Los trastornos del sueño, el estrés y el malestar psicológico, varios tipos de medicamentos y los contaminantes son otras causas del aumento de peso y la obesidad. El aumento de peso o la obesidad aumentan aún más la obesidad, lo que la convierte en una enfermedad progresiva.
Afecciones relacionadas con la obesidad
La obesidad compromete la movilidad, lo que hace que se quemen menos calorías. La angustia emocional causada por el aumento de peso puede inducir además cambios hormonales que estimulan el apetito y contribuyen a la obesidad. La apnea del sueño, los problemas respiratorios, la micción frecuente, la temperatura corporal mal regulada, la falta de sueño, la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardíacas, la depresión y la artritis pueden ser causadas por la obesidad.